Mientras veo mi tazón de verduras, arroz de coco y papas, admiro la belleza del plato, especialmente con la variedad de colores. Hay tonos de naranja de la calabaza y un tipo de hongo (pollo de los bosques) que brillan como el sol, un pop de verde desde la espinaca y los guisantes, y el marrón y el blanco de los otros tipos de hongos (cola de pavo y melena de león). Mientras disfrutando el sabor de este plato, imagino el origen de todos los ingredientes. El arroz viajó la distancia más larga, viniendo desde China, done creció. Incluso con el viaje por todo el mundo, el empaque y la distribución al supermercado, el arroz todavía trae toques de sabores de tu tierra natal. La leche de coco endulza el arroz también viajó desde Asia, comenzando como coco bebé. Sufrió muchas transformaciones, ya que tuvo que separarse de su caparazón y colocarlo en un recipiente nuevo, en una lata, y luego esperar semanas hasta que lo traje a casa de la tienda. Los hongos no necesitaron viajar tan legos, ya que crecieron en una granja local en Carlisle, donde fueron cosechados juntos por el dueño de la granja para el mercado de los miércoles. La espinaca y los guisantes se originaron en una gran otra granja de Carlisle, también encuentran su camino hacia el mercado de los miércoles dónde los compré. Las papas y la calabaza son más especiales porque crecieron en la granja de la universidad y continuaron creciendo hasta que estuvieron listas para la cosecha… y fui a la granja y los coseché yo mismo, tomando lo suficiente para completar mi receta. Con todos los orígenes diferentes, los ingredientes se mezclan maravillosamente, creando una comida deliciosa y nutritiva.